El hermoso blasón de Mérida

Escudo de Armas de la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Mérida aprobado por el Concejo Municipal de Libertador en sesión del 24 de agosto de 1955

El escudo de armas de Santiago de los Caballeros de Mérida, -ha dicho el escritor Bernardo Celis Parra – “es hermoso y logrado en la excelencia más depurada” donde el autor “sintetizó admirablemente la historia de la ciudad serrana, plasmada en una obra que destaca su intenso amor a la ciudad”

Samuel Hurtado Camargo / Historiador, Gestor Cultural

A diferencia de otras ciudades hispanoamericanas a los que los que Rey les legó un blasón, Mérida no tuvo un escudo de armas que la identificara sino hasta el año de 1955, cuando el Concejo Municipal de Libertador en sesión del 24 de agosto, aprobó la propuesta planteada por Marciano Uzcátegui Urdaneta (1921-1993).

Engalanada para el cuatricentenario de su fundación

Faltaban tres años para la conmemoración del cuatricentenario de la ciudad y el Cabildo, -afirmaba su presidente-, no debía presentarse en aquella ocasión sin el emblema o escudo que “significara” su tradición histórica. Por el contrario, en esa oportunidad la ciudad debía estar “vestida con todas sus galas y atavíos como Señora de Claros Timbres”. Por tales motivos, se encomendó al heraldista merideño Uzcátegui Urdaneta para que elaborara el respectivo proyecto, quien no escatimó esfuerzos en la tarea encomendada, y en uno de sus viajes a España se puso en contacto con personas especialistas “en aquel arte”.

A mediados de 1956 el antiguo Palacio Municipal es derribado para dar paso al nuevo Palacio de Gobierno que sería inaugurado en el cuatricentenario de la ciudad

Pasado hispánico

Según consta en el acta número 17 del Libro de Actas de Sesiones del ayuntamiento emeritense del año 1955, el Escudo de Armas de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Mérida, es similar a los escudos franceses modernos, caracterizados por ser un cuadrilátero, de ángulos inferiores redondeados y con punta de su base en forma alargada, de campo sencillo y con bordura.

En el centro, sobre un campo de oro (amarillo) se halla esmaltada en gules (rojo) la Cruz de Santiago, cruz latina en forma de espada, con brazos rematados en flor de lis y una panela en la empuñadura. La cruz es el emblema de la Orden de Santiago de los Caballeros, creada en honor a Santiago de Zebedeo (5 a.c-44 d.c), mejor conocido como Santiago el Mayor, santo apóstol bajo cuya advocación y protección es fundada por Juan Rodríguez Suárez (1510-1561) la ciudad de Mérida un 9 de octubre de 1558.

El gules representa “el valor y quienes lo llevan están obligados a socorrer a los injustamente oprimidos”, mientras que el oro, alude a la fe, pureza y constancia, y quienes ostentan este color en sus blasones están obligados a pelear por su patria hasta derramar la última gota de sangre. A su vez, la Cruz de Santiago constituye la “representación gráfica de la ciudad en la época de la Conquista y Colonización.

  • Infografía: Significado de la Cruz de Santiago

Las raíces aborígenes

Rodea al escudo una bordura azur (azul), símbolo de majestad, hermosura y serenidad. Sobre esta, esmaltadas en plata (blanco) se distribuyen (dos a la diestra, dos a la siniestra y una en el punto del jefe) cinco águilas explayadas o en posición de vuelo, representadas de frente, cabeza de perfil mirando hacia la diestra, patas y plumas de la cola separadas.

Las figuras de las aves hacen referencia a la célebre leyenda escrita por Tulio Febres Cordero (1860-1938), publicada en 1895, sobre el origen de los cinco picos más altos de la Sierra Nevada, y a su vez reproduce uno de los nombres por los que es conocida esta ciudad: “La ciudad de las Cinco Águilas Blancas”. Las águilas en plata sobre la bordura azur simbolizan la blancura, “representa el lugar donde habría de fundarse la ciudad”: la meseta de Tatuy, es decir, destacan las raíces aborígenes de la urbe andina.

Espíritu libertario

Alrededor del escudo se aprecian 16 cañones en oro, “simétricamente repartidos, viniendo del jefe hasta la punta hay siete bocas y una culata a cada costa del blasón”. Los cañones simbolizan a la ciudad en la época de la Independencia de Venezuela, “pues ellos, junto con el aporte de dinero y hombres contribuyó a fundar Patria y Libertad”. En otras palabras, “los cañones nos recuerda una de las tantas contribuciones de la ciudad” al proceso emancipador iniciado en 1810, sus héroes y heroínas.

En la parte superior central del blasón, simbolizando el Pabellón Nacional, resaltan tres plumas en esmaltes (de diestra a siniestra) gules, oro y azur. Con estos mismos esmaltes, “haciendo mares a este conjunto, caen lambrequines a ambos lados del escudo hasta llegar a la culata de los dos cañones ubicados en la parte inferior.

El lema de Mérida

Esta divisa fue propuesta por el historiógrafo Pedro Nicolás Tablante Garrido (1917-2004), y corresponde “a la frase universal pronunciada por Jesús de Galilea, en ocasión de su retiro a la montaña para pronunciar uno de sus sermones de más profundidad”. Esta -ha dicho Bernardo Celis Parra- es una “hermosa divisa que define de manera notable y con gran autenticidad y acierto lo que ha sido y es la vieja ciudad de las nieves”.

Rematando el escudo, en la parte superior una cinta de sinople (verde), símbolo de esperanza, abundancia y libertad. En su interior le acompaña la siguiente inscripción “Non potest civitas abscondi  supra montem posita”, para cuya traducción se adoptó la Vulgata Latina hecha por San Jerónimo: “no es posible ocultar la ciudad tras un monte”.

Infografía: El lema de la ciudad de Mérida

En tinta, papel y bronce

Con la finalidad de difundir el Escudo de Armas de la ciudad, el Concejo Municipal mediante resolución del 9 de noviembre de 1955 dispuso la edición litografiada de quinientos ejemplares. De esta manera se daba a conocer el blasón de la ciudad de las Nieves Eternas. Al año siguiente, por primera vez el escudo era reproducido en bronce en la pared central del escenario del Aula Magna y en uno de los vitrales ubicado en la pared del pasillo central de la segunda planta del recién inaugurado Edificio del Rectorado de la Universidad de Los Andes.

Tiempo después, para 1958, a través de la Metalurgia Mérida, el blasón es perennizado en bronce para engalanar el frontis del Palacio de Gobierno y el Aeropuerto Alberto Carnevali, obras inauguradas como parte de la celebración de cuatricentenario de la ciudad. Asimismo, se reprodujo en estampillas y en medallas conmemorativas.

Fuentes consultadas

Archivo del Concejo Municipal de Libertador (Mérida). Libro de Actas de Sesiones, año 1955.

Celis Parra, Bernardo. Mérida, ciudad de águilas. Mérida, Venezuela: Ex Libris, 1997, Tomo I, pp. 40-42.

Celis Parra, Bernardo. La ciudad que yo viví. Mérida, Venezuela: Producciones  Editoriales C. A.; 2017; 354 páginas.

Tablante Garrido, Pedro Nicolás. Escudo y Lema de Mérida. Mérida: Talleres Gráficos Universitarios, Junta IV Centenario de la Ciudad de Mérida; 38 páginas.

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